top of page
Buscar
  • Foto del escritorG.G Melies

FENÓMENO DEL TERCER TRIMESTRE. (Psicología de personajes #1)

Actualizado: 21 jun 2020

Tiene que ver con navegantes y exploradores, pero es una posta que ha pasado hoy día también a manos de los astronautas… y tal vez por estos días especiales de cuarentena a todos los seres humanos.


Si bien el fenómeno no está muy precisado y muchos psicólogos o científicos dudan de que realmente exista, según quienes lo han sufrido (navegantes y exploradores) coinciden en que es un hecho contundente.



¿En qué consiste?


Toda persona aislada en una zona remota, sin acceso al contacto social, racionando alimentos, con ausencia de luz por meses, posiblemente encerrada por lo áspero del clima en el exterior, sea en un refugio de montaña o base polar, nave atrapada en el hielo o estación espacial, llega a un punto psicológico de desesperanza, de falta de motivación en que quiere tirarlo todo por la borda o dejar de lado la rutina, error ya que es la conducta que lo mantiene cuerdo. Este sentimiento suele aparecer tomando control de la o las personas al comenzar el tercer trimestre de estadía. La mente de estas personas les dice que todo el esfuerzo dado a la situación, que todo lo que se esforzaron para superar una adversidad o simplemente resistir, hasta llegar a ver ayuda está muy lejos de terminar. Que de manera simple y llana el tiempo por delante será de incertidumbre o es al menos igual de largo y agotador al que pasaron usando sus fuerzas hasta el límite. La mente entra en un estado de apatía, de hibernación mental en la que pierde las ganas de comunicarse (con sus compañeros, de tenerlos), de mantener rutinas simples de higiene, mantenimiento, buscará dormir muchas horas y tal vez se vuelva lento de reflejos o movimientos. Tal vez existan otros síntomas como hablar solo, decir estupideces o tener mal talante rompiendo la convivencia por tonterías, pero depende mucho de la personalidad de cada uno ante el estrés.

Se ha estudiado y se sigue haciéndolo. Desde hace unos años se está tomando en serio el tema, ya que la salud mental de los astronautas encerrados en una lata durante meses en el vacío del espacio, o el simple hecho de permanecer años habitando en una base en Marte sin posibilidad de rescate o relevo podría poner en riesgo no solo sus vidas sino también una misión, una nave o base. Las capacidades de reacción o no, basándonos en ciertas situaciones serán determinantes, como movilizarse con rapidez y enfocado ante un problema o, permanecer en stand by, sin consumir de más y sin discutir. También, por lo contrario, de encontrarse solo sin desesperarse por sentir contacto social.

Estos estudios han conducido a la necesidad de estudiar personas introspectivas que no necesitan o sienten desesperación por el contacto social. El astronauta de misiones largas deberá tener la capacidad de prescindir de la compañía, deberá ser una persona introspectiva que se conforma con poco, como un mail, un chat, un video, o tan solo hablar por radio. Como tampoco deberá sufrir por la carencia total de ello. Deberá tener una vida interna para suplir la carencia de la externa.

Sentirse a gusto en la soledad no es para cualquiera, pero existen muchas personas que lo disfrutan pese a las advertencias de los psicólogos. Encontrar personas aisladas en zonas remotas, como Alaska, Siberia o en un desierto no significa que no sean felices y que vayan a perder la cordura. Incluso un gran porcentaje de estas personas lo hacen porque sufren o no disfrutan la compañía y la naturaleza es un todo donde se edifican. Por supuesto que existe el riesgo de accidente en soledad, pero definitivamente este tipo de carácter siempre está preparado para la adversidad y ha forjado la exploración humana a través del tiempo, ya que la exploración es un gen arraigado en lo profundo del ser humano. Las hazañas en solitario son algo que a menudo vemos en los noticieros, sorprendiendo a la sociedad desde que tenemos un registro social. Batir un récord de permanencia en una estación espacial, escalar una montaña, llegar más lejos, profundo, rápido, pertenece no a un grupo que va a enloquecer, sino de personalidades forjadas naturalmente de otra manera y de toda la vida, a los que les dijeron que eso que pretenden no puede hacerse. Por supuesto que han tapado muchas bocas.

Al astronauta en una nave se le suma la ausencia de luz y naturaleza, por ello los podcasts de sonidos naturales tienen mayor éxito que el último éxito. Su ciclo circadiano se verá afectado por la falta de luz natural, y la ausencia de esta repercute directamente en el sueño y el mal sueño en el carácter. Deberá a aprender a relajarse, entender que ciertas cosas no pueden cambiarse, ya que se escapan a su control, concentrarse en lo positivo y dejar de darle vuelta como un perro a un problema imposible. Encontrar gozo en cosas simples que toman tiempo, como un juego de ajedrez, escribir, leer o pintar le conferirán veta de artista o escritor necesarias para sobreponerse a diario.

Entender las características necesarias para ejercer una profesión le dan realismo a una historia. Los pequeños rastros que deja un personaje van de a poco forjando su psicología y de saber el escritor hilar fino en detalles, la ficción puede sorprender por lo bien lograda. Una historia de ciencia ficción sobre colonias y viajes espaciales es probable que no pueda prescindir de esta característica, ya que si la personalidad del astronauta se vuelve un requisito indispensable escribir otro tipo de personalidad nos alejaría de la realidad, quitando nuestra obra del racionalismo del género hard sci fi, para llevarlo, tal vez sin querer a la fantasía.

Y yo… debo admitirlo, entrando en junio del año del COVID-19, ya no tengo ganas de cortar el pasto. Creo que sufro fenómeno del tercer trimestre… o tal vez sea otra cosa.

G.G. Melies.

11 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page